11.8.11

Consejos para elaborar un resumen

Mujer escribiendo (Pablo Picasso, 1934)
Todos, tarde o temprano, tenemos que hacer resúmenes. Nos los piden en el colegio, la universidad y el trabajo. En estos contextos, se espera de nosotros que seamos capaces de resumir todo tipo de fuentes: artículos periodísticos, novelas, informes de gestión, ensayos, discursos, presentaciones de negocios, cuentos, películas, etc.

Existen técnicas para la elaboración de buenos resúmenes que cualquiera puede aprender. Para que tu capacidad de síntesis y tus habilidades para la elaboración de resúmenes mejoren, debes familiarizarte con las características principales de este tipo de texto. Además, debes conocer los pasos que hay que seguir para planear y redactar un resumen.

Características de un buen resumen

Todo buen resumen debe ser:
  • Fiel al original
  • Un buen resumen refiere fielmente las ideas centrales que contiene el texto original. Es decir, es exacto y conforme a dichas ideas, y no se aleja de ellas.

    Esta característica te impone ciertas limitaciones cuando elaboras un resumen. Tu voz tiene que pasar desapercibida. Por lo tanto, no puedes hacer comentarios, inferencias o análisis. Tampoco puedes añadir ideas, datos o apreciaciones sobre el tema que conozcas por otras fuentes. Debes limitarte a recapitular lo que dijo el autor del texto original.

  • Conciso
  • Un buen resumen es conciso; es decir, breve y exacto. Para que tu resumen tenga concisión, debe ser corto pero también económico en el uso que hace del lenguaje. Por eso, tienes que ser muy cuidadoso con la selección de las palabras.

    Busca siempre transmitir con fidelidad las ideas del texto original pero intenta usar la menor cantidad posible de palabras. Aunque esto puede resultar difícil al comienzo, poco a poco te irás acostumbrando a ser conciso. No te desanimes: recuerda que la práctica hace al maestro.

  • Completo
  • Un buen resumen es completo; es decir, contiene todas las ideas centrales del texto original. Sin embargo, las ideas secundarias no deben aparecer. Por eso, es necesario que estés en capacidad de determinar qué ideas del texto original son fundamentales y cuáles no.

    Puede que te resulte muy útil reproducir la organización de las ideas del texto original en tu resumen. Sin embargo, esto no es obligatorio. A veces —sobre todo cuando resumes películas o novelas que tienen muchos flash-backs o flash-forwards— puede ser más pertinente reorganizar los eventos narrativos siguiendo un orden cronológico que le facilite al lector del resumen la comprensión de la historia.

  • Autónomo
  • Un buen resumen es autónomo. Para su comprensión cabal, el lector no está obligado a conocer el texto original.
  • Lingüísticamente correcto
  • Un buen resumen está escrito correctamente. Tus resúmenes deben demostrar que dominas las convenciones de la lengua escrita (ortografía, gramática y redacción) y que, además, sabes usarlas apropiadamente para crear textos fáciles de leer.

Pasos para la elaboración de un resumen

Para elaborar buenos resúmenes, es recomendable que sigas estos tres pasos:
  1. Planeación
  2. Es una etapa crucial. Aquí lees el texto original, determinas cuál es su arquitectura textual y diseñas la estructura general de tu resumen.
    • Lectura estratégica del texto original
    • Leer un texto para después hacer un resumen no es lo mismo que leer cualquier texto por placer. Desde el principio tu lectura debe ser estratégica: tiene que estar orientada a determinar cuál es el propósito del autor y qué estructura retórica utilizó para organizar la información que presenta en el texto. Nuestro artículo "Análisis de ensayos o artículos académicos" puede ayudarte a hacer una lectura estratégica de los textos argumentativos que tengas que resumir.

      Si tienes que resumir un cuento, una novela o una película, tu lectura estratégica debe procurar identificar los principales elementos narrativos que estructuran este tipo de textos. Así, es necesario que prestes atención desde la primera lectura a elementos textuales como los personajes, los eventos cruciales, los puntos de giro, las cadenas causa-efecto, el espacio y el tiempo. [Próximamente publicaremos un artículo dedicado al análisis narrativo].

    • Segmentación del texto original
    • A medida que lees, es recomendable que segmentes el texto original. Segmentar significa dividir en partes, preguntándose siempre qué tipo de relaciones se pueden establecer entre dichas partes.

      La segmentación te permite descubrir cuál es la arquitectura textual, es decir, el esquema general de organización del texto. Este esquema recibe el nombre de estructura retórica en los textos argumentativos y expositivos. En las novelas, cuentos y películas se conoce como estructura narrativa.

      Una vez terminada la lectura, es muy útil hacer un esquema gráfico de la arquitectura textual. Puedes hacer un cuadro sinóptico, una línea de tiempo o cualquier otro tipo de diagrama donde resulte fácil entender cuáles son las partes principales del texto (con sus ideas centrales) y cómo se relacionan dichas partes entre sí.

    • Diseño de la estructura general del resumen
    • Con la arquitectura textual del texto original en las manos te resultará fácil decidir cuál será la estructura de tu resumen. Por lo general, lo mejor es que sigas la estructura del texto original para asegurarte de que ninguna de las ideas principales se quede por fuera.
  3. Escritura
  4. Conocer de antemano cuál será la estructura retórica de tu resumen te facilitará mucho las cosas. Ahora solo tienes que redactar tu texto asegurándote de que las ideas principales, que identificaste en la fase anterior, aparezcan, completas y en orden, en tu resumen.

    Es bueno que durante la redacción del primer borrador te separes del texto original y trabajes solo con el esquema de la arquitectura textual. Eso te permitirá crear un resumen autónomo y conciso. Escoge cuidadosamente las palabras para que puedan transmitir lo más fielmente posible las ideas principales del original.

    Para algunas personas, es deseable que el resumen tenga un tono similar al del original. Si te sientes capaz de lograrlo, hazlo. Sin embargo, esto no es tarea fácil. Lo mejor es apostarle a un estilo claro y sencillo. Recuerda que el resumen no es un tipo de texto que permita mucha libertad creativa.

    Al final de la fase de escritura puedes leer nuevamente el original y confrontarlo con tu borrador para hacer ajustes en caso de que sea necesario.

  5. Revisión
  6. Es importante dedicar algo de tiempo a la revisión de tu resumen. No lo entregues sin haberlo leído varias veces. Busca errores de ortografía, gramática o redacción. Si es posible, pídele a alguien de confianza que lo lea y te haga sugerencias. Sobre todo, trata de averiguar si un lector que no conozca el texto original puede entender fácilmente tu resumen.

    Por último, recuerda que un texto no está terminado hasta que no se lo hayas entregado a su destinatario. Por eso, no dudes en hacer cambios, mover párrafos y aligerar oraciones, si crees que esto mejorará la calidad de tu resumen.


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